Quizás si miro atrás me encuentro con esos días soleados de vacaciones en un pueblito de Boyacá llamado ramiriqui, llega a mi recuerdo un recuerdo muy agradable; era un día normal muy soleado yo estaba con mis primos en la casa de mi abuelita, buscando que hacer de repente mi tía cheye nos dijo:
- Que rico esta el clima para ir al rio y pues ll vamos algo para comer halla
Y sin pensarlo todos alistamos la maleta con las pantalonetas y las cosas que necesitábamos, recuerdo que salimos de la casa vestidos con sudadera y gorra para no quemarnos, porque el rio era como a media hora y por muchos atajos, luego de una larga pero chévere caminata llegamos al rio que no era muy hondo que digamos pero si podíamos nadar con gusto; cuando todos estábamos jugando a la lleva encontramos en la otro orilla un tipo de greda o barro negro con el cual nos pusimos a jugar.
Decidimos jugar a que estábamos en un lugar de masajes donde el barro era exfoliante para la piel y todos éramos clientes y quedar llenos de barro jajaja, que día tan agradable jugamos y jugamos hasta que mi tía nos dijo que ya era tarde y que nos teníamos que devolver a pie y que de pronto nos cogía la noche y pues la demora fue quitarnos todo el barro, salimos y por el camino mi tía nos dio un paquete de papas y un bombombun y así llegamos a la casa pero no a dormir sino a seguir jugando a las escondidas porque la casa de mi abuelita es grande muy grande en la cual todos los días teníamos algo que hacer o algo que jugar.